Аннотация:Este artículo rastrea el universo sensible con que las mujeres peninsulares de la Monarquía Hispánica de los siglos XVI, XVII y XVIII construyeron la otredad americana. A partir del análisis de varias cartas de la colección compilada por Rocío Sánchez Rubio e Isabel Testón Núñez en El hilo que nos une, el texto se concentra en reconstruir la experiencia emocional de muchas mujeres andaluzas, castellanas y extremeñas que durante los siglos XVI, XVII y XVIII vieron partir rumbo al Nuevo Mundo a sus hombres sin regreso. El propósito de dicho análisis es acercarse a la manera en que dicha comunidad femenina significó aquellas tierras lejanas para convertirlas en un lugar imaginario que cobraba realidad a partir de emociones como el dolor, el resentimiento, la añoranza, el enojo, el abandono, la soledad y la desolación. Y es que las mujeres que se quedaban sin sus hombres de aquel lado del mar dieron vida, en sus mentes, a la realidad indiana desconocida a partir de todo aquello que experimentaban como consecuencia de aquella difícil separación. Así, para muchas de ellas, América era la geografía sensible e imaginaria donde se localizaban esos reinos de riqueza, abundancia, oportunidades y lujuria que habían atraído a sus maridos, padres, hermanos e hijos y donde habitaban aquellas “otras” por quienes éstos las habían sustituido para siempre.