Аннотация:Pese a la importancia que Felipe V y sus esposas otorgaron a su propia imagen, durante casi la mitad de su reinado no lograron disponer de un retratista que los representara a su entera satisfacción. En este periodo fueron varios los artistas al servicio de la corona que asumieron esta función sin lograr la aprobación de los soberanos.El artículo se centra especialmente en dos de los más dotados, el francés Michel Ange Houasse y el italiano Andrea Procaccini, profundizado en los motivos por los que no lograron el éxito en esta tarea y proponiendo nuevas atribuciones a sus escasos catálogos.