Аннотация:A finales del XVII, continuaba la literatura moral destinada a la población femenina. No estando ya en su apogeo, aún contemplaba la aparición de ediciones destinadas a la salvación de almas, esencialmente las más necesitadas –las mujeres– por ser consideradas más «frágiles». Entre ellas, hacia 1670, vería la luz una obrita de significativo título: «Noticias muy necesarias que deben todos saber para que les sea fácil el camino del cielo, pues por no saberlas y executarlas, pudiendo, se han condenado un sinnúmero de almas, particularmente de las señoras y demás mujeres». Su autor, Pedro de Jesús, representaba la continuidad de las corrientes misóginas tan al uso entre los moralistas, predicadores y confesores de entonces. Su mensaje: la existencia de una moral selectiva –específicamente destinada a corregir pecados femeninos– de tradición judaica y orígenes, nuevamente impulsados, desde el Medioevo. En el fondo, una moral específica que la cultura del Barroco pretendería conservar en un afán por ratificar los valores básicos del sistema social: la desigualdad de los grupos sociales y la propia de hombres y mujeres.